Mi nombre es «Mateo», Obvio no voy a dar mi nombre real, pero sí te contaré una aventura íntima que viví hace poco en un festival de música en Medellín.
Era una noche mágica en Medellín, porque qué milagro que no llovió. El cielo estaba despejado y las luces del festival de música brillaban como estrellas. Y ahí estaba yo, un chico de 27 años, amante de la música y las aventuras locas, en primera fila con unos amigos, disfrutando del ritmo y la energía de la multitud. Entre la euforia y el ruido, nuestros ojos se cruzaron y no se separaron por mucho rato. Con esa señal, ya sabía que ahí había más que química instantánea.
Nos acercamos bailando, nos presentamos y entre risitas disfrutamos de la conexión que parecía tan natural, como si hubiéramos llegado juntos al lugar. Las horas pasaron volando y, al terminar el festival, seguíamos juntos parchando afuera hablando bobadas.
La conversación fluía y la atracción entre los dos se hacía más fuerte pero él se sentía tímido. Hasta que yo, como no soy nada tímido, tomé la iniciativa y propuse seguir la noche en un bar cerca de allí de un parcero mío. La tensión sexual creció y ahí me di cuenta que, menos mal yo pasé por la Sex Shop antes de ir al festival. Obvio!!!! para tener mi dosis de lubricante anal Sen Intimo de emergencia.
Finalmente, no pudimos resistir más. Y como leyendo nuestras mentes caminamos hacia un motel cercano, donde la privacidad y la intimidad nos permitió explorar la atracción con más confianza. Entre besos apasionados y caricias exploradoras, Yo saqué el lubricante anal. «Para hacer esto más placentero,» dije con una sonrisa pícara. Él se rió y entre sorprendido y complacido me agarró fuerte los glúteos para frotarme contra él.
La noche se llenó de susurros y gemidos, sobra decir que no hubo inhibiciones. Resulta que a él, quién lo ve muy tímido, le gusta tener el mando y yo estaba tan complacido que me dejé llevar por sus instrucciones y órdenes. Esa noche yo era su esclavo de placer.
Nos llegaron las 10 de la mañana y se nos sentíamos tan a gusto el uno con el otro que lo invité a desayunar a un restaurante cerca. Mientras nos servían, Este hombre ojeroso por la noche de fiesta y sexo me dice: «¿Qué te parece si hacemos esto una tradición? Podríamos encontrarnos cada seis meses, en un lugar diferente de Medellín.»
Yo me quedé como 😱, Ooooobvio sí, intrigado por la idea y deseoso de repetir la experiencia, estuve de acuerdo. «Me parece perfecto. Será nuestra pequeña escapada secreta.»
Desde hace 2 año, cada seis meses nos reunimos en lugares públicos de Medellín. Acabamos de tener nuestra segunda escapada y sigue siendo como el primer encuentro. Una mezcla de aventura, complicidad y pasión que solo nosotros conocemos.
En Almendra SexShop, tenemos todo lo que necesitas para que cada momento íntimo sea inolvidable. ¡Visítanos y descubre cómo podemos ayudarte a estar siempre preparado para la acción! No te pierdas nuestras próximas HISTORIAS CANDENTES.